El domingo 11 de junio, La Solemnidad del Cuerpo de Sangre de Cristo, los párrocos de las parroquias del oeste del Bronx junto con el obispo Joseph Espaillat organizaron una procesión callejera con el Santísimo Sacramento por el Grand Concourse del Bronx. Asistieron miles de personas.
La procesión comenzó en la parroquia de San Felipe Neri en la calle 202 y siguió hasta los alrededores de la escuela secundaria Cardinal Hayes en la calle 151. Participaron alrededor de 100 feligreses de los diversos grupos de la parroquia San Simon Stock – St Jose. Algunos comenzaron en San Felipe Neri y otros se unieron a la procesión alrededor de la calle 182 cerca de la parroquia de San Simón Stock – San José. Muchos de los grupos habían preparado pancartas para la procesión.
Muchas actividades se están llevando a cabo en los Estados Unidos en este año de Avivamiento Eucarístico. Esta procesión es un esfuerzo de las muchas parroquias del Bronx para evangelizar el vecindario y ayudar a católicos y no católicos a crecer en su aprecio y comprensión de la Eucaristía. Que la Eucaristía siga siendo fuente de alimento espiritual para todos y que crezcamos en nuestra comprensión y reverencia por este don que Jesús nos dio en la Última Cena.
On Sunday, June 11th, the Solemnity of the Body of Blood of Christ, the pastors of the West Bronx parishes along with Bishop Joseph Espaillat organized a street procession with the Blessed Sacrament down the Grand Concourse in the Bronx. Thousands of people attended.
The procession began at St Philip Neri parish on 202nd Street and went until around Cardinal Hayes high school on 151st Street. About 100 parishioners from the various groups of St Simon Stock – St Joseph parish participated. Some began at St Philip Neri and others joined the procession around 182nd Street near St Simon Stock – St Joseph parish.
Many of the groups had prepared banners for the procession. Many activities are taking place in the United States in this year of Eucharistic Revival. This procession as an effort of the many parishes in the Bronx to evangelize the neighborhood and help Catholics and non-Catholics grow in their appreciation and understanding of the Eucharist. May the Eucharist continue to be a source of spiritual nourishment for all and may we grow in our understanding and reverence for this gift that Jesus gave to us at the Last Supper.